Los trastornos musculoesqueléticos (TME) de origen laboral suelen asociarse a factores de riesgo físicos como la manipulación de cargas pesadas o los movimientos repetitivos. No obstante, los factores psicosociales pueden desempeñar un papel importante. No solo contribuyen al riesgo de desarrollar o agravar TME, sino que también pueden ser un obstáculo a la hora de volver al trabajo.
La Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA) analiza los factores psicosociales asociados a los TME, y proporciona recomendaciones útiles para identificar el origen del problema y desarrollar medidas preventivas.
Algunos de los principales factores psicosociales en el trabajo que se relacionan con el riesgo de desarrollar o agravar TME:
- Una carga excesiva de trabajo.
- Conflictos de demanda y falta de claridad en el rol a desempeñar.
- Falta de implicación en la toma de decisiones que afectan al trabajador.
- Deficiente gestión de cambios organizacionales.
- Ineficiente comunicación.
- Inseguridad laboral.
- Falta de apoyo por parte de la dirección y compañeros de trabajo.
- Baja satisfacción laboral.
Señala medidas preventivas, tanto a nivel de las personas trabajadoras como a nivel organizacional, que se pueden llevar a cabo para reducir el riesgo de padecer TME.
Te dejamos una ficha informativa, donde encontrarás las claves para reducir este riesgo y hacer de tu puesto de trabajo un lugar más seguro.